Black Lives Matter “es una organización creada para desplumar a la comunidad negra; nada tiene que ver con mejorar las condiciones de la comunidad negra”. Es una organización “pantalla” dedicada a lavar dinero. Es lo que dice Maj Toure, creador y líder de una plataforma en defensa de los derechos civiles que no es exactamente como la otra, aunque se llame parecido: Black Guns Matter.
¡Qué diferentes son una plataforma y otra! Black Guns Matter es un movimiento comunitario, mientras que Black Lives Matter es una organización política. En BGM la comunicación es interpersonal, basada en el conocimiento, el ejemplo y el trabajo sobre el terreno. BLM le habla a los políticos y a los medios de comunicación. Una busca estrechar los lazos de las comunidades, y la otra llama al incendio de las calles. Una trabaja con la Policía, otra pide que los políticos le retiren los fondos.
El dinero es otra de las diferencias entre las dos. Los fondos de la organización de Toure, que no llegan a medio millón de dólares, proceden de las pequeñas aportaciones de sus socios. BLM recibe torrentes de dinero, que en parte se ha canalizado a sus líderes. Patrisse Cullors, cofundadora de BLM, ha abandonado la organización con 37 años y una vivienda de lujo, de 1,4 millones de dólares, en Topanga Canyon, cerca de Malibu. Otra de las diferencias entre las dos organizaciones es que una de ellas no exige a los deportistas blancos que se arrodillen.
Estrella en la CPAC
Maj Toure fue una de las estrellas de la CPAC, la cumbre del movimiento conservador estadounidense, de 2019. Entonces el virus chino sólo corría por Wuhan, la economía daba empleo a todo el que lo quisiera, y la reelección de Donald Trump parecía asegurada. Al año siguiente la situación era muy distinta. El virus devoraba el crecimiento. Y la muerte de George Floyd bajo la rodilla de Derek Chauvin cambió el tema de conversación. Toda la sociedad estadounidense, y todas sus instituciones, quedaron tintadas con la acusación de ser intrínsecamente racistas. BLM lideró la revuelta contra todo lo que había. Pero para muchos estadounidenses, y también para muchos de raza negra, esa no era la respuesta.
Su relación con las armas
Touré nació hace 41 años en Filadelfia. Su primera experiencia con las armas fue muy temprana. “Tenía 15 años. Encontré (una pistola) en la casa. Me la puse en la cadera y, simplemente comencé a moverme con ella por casa”. Con estas palabras explica Maj Toure su primera experiencia con un arma de fuego. Recordándolo, él se ve “¡tan poco inteligente, tan ignorante!”. Por suerte, dice, “no tuve ningún altercado».
La mayoría de las muertes por accidentes con arma de fuego se producen en casa, a manos de un familiar, y en menores de 24 años. La muerte merodeó por la casa de Toure, y eso que los accidentes provocan pocas muertes (430 al año), si las comparamos con otras muertes por impactos de bala.
Las calles de Filadelfia
Maj Toure no vivía en una familia del todo desestructurada, como la de tantas familias negras de Filadelfia. Su padrastro le enseñó a respetar las armas, y a utilizarlas. Y ahora es él quien enseña a sus conciudadanos a conocer, respetar y utilizar las armas, desde su plataforma, Black Guns Matter.
No lo tiene fácil. El año pasado se produjeron 499 homicidios, y en lo que va de año ha habido 247 víctimas. En 2021 la estadística va un 36 por ciento más rápido de lo que iba el pasado año a estas alturas. Es fácil señalar al gatillo, pero no al dedo que lo dispara.
Hay víctimas de todas las edades, pero más de la mitad tienen de 18 a 30 años. También las hay de todos los colores, pero hay uno que resalta sobre todos los demás. Más de cinco de cada seis muertos son negros. La estadística se ceba, también, en los barrios más pobres. De modo que pobreza, juventud y tez negra trazan el paisaje humano del peligro en las calles de Filadelfia.
“Creo que nos dirigimos a personas que no están informadas” y a las que hay que “educar en la seguridad y la responsabilidad del uso de armas de fuego”, dice Toure. No sabemos hasta qué punto quien habla es este rapero de 29 años o su padrastro. De hecho, el grupo creado por Maj Toure se basa en el ejemplo. Si entre un grupo de amigos uno de ellos está concienciado para hacer un uso adecuado de su arma, se podría crear “una reacción en cadena”, según el activista. “El problema es que en nuestra comunidad especialmente, y no sé si de forma deliberada, hay mucha desinformación e ignorancia. Y nadie la atiende”.
Candidato a la alcaldía
El creador de Black Guns Matter se presentó como candidato al ayuntamiento de Filadelfia por el Partido Libertario. Es un firme defensor de la libertad de armas. No es solo que esté incrustada en la Constitución de los Estados Unidos, en su segunda Enmienda. Las armas, en manos de los ciudadanos que cumplen la ley sirven para defenderla frente a los atacantes. De modo, piensa Tourne como buen libertario, que lo inteligente es que los buenos ciudadanos tengan acceso a las armas.
La alternativa son las regulaciones de control de armas, que arrojan la paradójica situación de que sólo acabarán por tenerlas quienes estén al otro lado de la ley. Y eso es malo, especialmente para quienes son las principales víctimas de la violencia con armas: la población negra. “Por eso, cuando oigo la expresión ‘un hombre negro desarmado’, pienso que no debería estar así. (…) Creo que muchos más negros estarían vivos si hubiesen estado armados”.
Por eso, entre otras cosas, dice Toure que todas las regulaciones de control de armas son racistas. Racistas, esto es, contra la comunidad negra en su país. No porque las primeras normas de control de armas, tras la Guerra Civil, se aprobaran para negarle el derecho a los negros a la autodefensa, sino porque en las ciudades de hoy, quienes más se pueden beneficiar de un uso responsable e informado de las armas son ellos.
Toure creó Black Guns Matter, porque a él las vidas de los negros le importan.