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La madre Teresa de Calcuta es, sin duda, una figura célebre del siglo XX: lo es por su labor humanitaria al servicio de los más pobres, reconocida sobre todo con el Nobel de la Paz en 1979, y lo es también (o especialmente) por su vivencia ejemplar y heroica de la fe cristiana, por la que fue canonizada en 2016. La entrega a los más débiles de madre Teresa es difícilmente separable de su entrega a Dios.

Lo sintetiza de forma muy bonita Benedicto XVI: «Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama. Los Santos —pensemos por ejemplo en la beata Teresa de Calcuta— han adquirido su capacidad de amar al prójimo de manera siempre renovada gracias a su encuentro con el Señor eucarístico y, viceversa, este encuentro ha adquirido realismo y profundidad precisamente en su servicio a los demás» (Deus caritas est, 18).

Esta forma de servir a Jesucristo y a los abandonados, que sigue viva a través de las Misioneras de la Caridad, es un claro reflejo del amor de Dios y un faro de esperanza. Tal vez por eso, la nueva película documental sobre la vida de madre Teresa de Calcuta y sus apostolados tiene tanta fuerza. Madre Teresa: no hay Amor más grande, acogida por más de 130 salas en España, ha alcanzado la quinta posición entre las películas más vistas el 8 de mayo y se ha convertido así en la primera película de temática religiosa en lograr este puesto en lo que va de año. Se podrá volver a ver en las salas de cine españolas este jueves 11 de mayo. El Papa Francisco ha agradecido en una carta esta iniciativa que «ayuda, de manera creativa, a volver accesible el celo por la evangelización principalmente para las jóvenes generaciones impulsando el seguimiento del Señor que nos amó primero».

Un retrato completo de Madre Teresa

La película tiene relevancia, como es lógico, por el personaje y su impacto, pero también por cómo está hecha. Han logrado un ritmo bueno a lo largo de los ciento once minutos que dura y combinar con gracia recreaciones, testimonios y documental. Madre Teresa: no hay Amor más grande plasma la personalidad singular de la monja y cómo supo conciliar una vida humilde con la atención mediática. También refleja épocas menos conocidas de oscuridad espiritual que, como otros muchos santos, experimentó madre Teresa.

Por otro lado, el espectador conoce de la mano de testimonios variados de gente de los cinco continentes cómo la huella de madre Teresa puede cambiar la vida a tantas personas: la atención a los sintecho en el Bronx, la ayuda a los refugiados venezolanos en la frontera de Brasil, el cuidado de los pobres en la selva amazónica, la atención a los niños discapacitados en los barrios marginales de Nairobi, la atención a los drogadictos en las afueras de Río de Janeiro… Además, se recogen los testimonios, interesantísimos y muy personales, de Jim Wahlberg, cineasta y director de la Fundación Mark Wahlberg; Robert Barron, obispo de Winona-Rochester y fundador de ‘Word on Fire’; el de Jim Towey, consejero de confianza y amigo personal de la Madre Teresa de Calcuta; o el del P. Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la Madre Teresa.

Madre Teresa: no hay Amor más grande está escrita y dirigida por David Naglieri, ganador de un premio Emmy, producida por los Caballeros de Colón y distribuida en España por European Dreams Factory y Goya Producciones. Es una película emotiva y esperanzadora, fiel reflejo de la vida de la madre Teresa de Calcuta y su admirable modo de servir a los pobres viendo en cada uno de ellos al mismo Jesucristo y cómo este carisma es el que sigue irradiando hoy la orden religiosa que ella fundó, las Misioneras de la Caridad.

Desde de aquí, animamos a ir al cine a verla y hacemos nuestro el deseo del papa Francisco de que esta película documental «haga mucho bien y suscite el deseo de santidad».