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Roger Scruton es un pensador que entusiasma y conmueve al lector desde el primer instante. Su trabajo como filósofo se desarrolló en el campo de la estética y la filosofía política en sus distintas ramificaciones.

Su obra ha superado fronteras y sus ideas han servido de catalizadores para que el pensamiento conservador adquiera fuerza, solvencia y credibilidad en un gran número de naciones. Académico perseguido y cancelado, Scruton fue un autor prolífico durante su vida, participando también de la divulgación de ideas tradicionalistas a través de The Salisbury Review, una revista que fundó en el año 1981 y de la que fue su editor jefe hasta el año 2001.

Uno de los locales de Scruton Café, en Budapest

Su influencia, como hemos señalado líneas atrás, es amplia. Todos tenemos en la memoria trabajos de gran relevancia como The meaning of conservatism (1980), Green philosophy (2011) o Conservatism. An invitation to the great tradition (2018). También, los trabajos que Scruton publicó para Oxford University Press y su colección A very short introduction, dedicados al pensamiento de Kant y al estudio de la belleza. Sin lugar a dudas, su obra académica ha influido de forma directa en el pensamiento conservador europeo de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, convirtiendo al pensador de Buslingthorpe en uno de los grandes intelectuales de nuestro tiempo.

Influencia en Hungría

Su imagen, automáticamente nos porta a Inglaterra, su patria; pero también a Centroeuropa, lugar donde sus ideas están a día de hoy más vivas que nunca. Existe una ciudad que en su día a día honra continuamente al pensador británico. Hablamos de Budapest. Es allí, en la capital de Hungría, donde podemos encontrar un Roger Scruton Café. También, donde un centro educativo, el prestigioso Mathias Corvinus Collegium (MCC) da su nombre a un espacio de usos múltiples (cafetería, restaurante, librería) a este pensador. Sin embargo, la influencia de Roger Scruton en Budapest va más allá, influyendo en la propia redefinición y reconstrucción de la ciudad.

Curiosamente, han sido las reflexiones en relación a la estética y su visión acerca de la belleza, las que han conectado al pensador británico con Budapest de manera más profunda. Scruton inicia su carrera académica como profesor en el Birbeck College con trabajos como Art and imagination, publicado en 1974 o The aesthetics of architecture, que vio la luz en 1979. La belleza cotidiana, esa que germina en la arquitectura que disfrutamos cuando caminamos por la ciudad o que define la elegancia de las personas cuando somos conscientes de la importancia de nuestra imagen, conduce a la trascendencia. Y es esto, la belleza como trascendencia, lo que en opinión del autor se opone al arte contemporáneo, más preocupado por la originalidad.

Lo anterior, como puede suponer el lector, evidencia el compromiso que con la tradición poseía nuestro autor, siendo consciente del valor de la misma a la hora de mantener una sociedad saludable, orgullosa de su pasado y sin miedo a mirar al futuro. Pero al mismo tiempo, en la visión tradicionalista de la cual su pensamiento es expresión, se reconoce a la comunidad y el rol que la misma debe tener a la hora de dar forma a los espacios comunes en los cuales convive y desarrolla su diario vivir. Fueron estas ideas las que, como indica Lili Zemplènyi, motivan la transformación de Budapest y su recuperación arquitectónica pasados ya los años marcados por el totalitarismo comunista. Fueron estas ideas las que han vuelto a hacer de Budapest una ciudad que despierta el interés de todo el mundo. La nueva capital centroeuropea se ha sumergido en una recuperación de sus espacios urbanos basada en la tradición centroeuropea, mostrando, como indica la periodista del Hungarian Conservative que Budapest no es indiferente a la belleza. El espíritu de Roger Scruton parece ensamblado al espíritu de Budapest, pues sin lugar a dudas esta ciudad ha convertido al filósofo inglés en uno de los suyos.