Skip to main content

El 16 de julio de 1212 el Rey de Castilla, Alfonso VIII, lideró la batalla de la Cristiandad. Aunque historiadores difieren en uno u otro momento, aquel día nació España. Flanqueado por Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón, los reinos de la Península Ibérica se reunieron en Jaén para mantener la frontera mediterránea de Occidente frente a las tropas musulmanas. Aunque los reinos cristianos de la Península coexistían en un clima de habitual enfrentamiento, la fe unió a los monarcas para hacer frente al moderno y versátil ejército del emir Muhammad al Nasir.

Aquella batalla fue definitiva por sus implicaciones, y en el campo andaluz se encontraron dos culturas totalmente distintas: la de Dios y la de Alá, esto es, la de Occidente y la del Islam. La gran cruzada medieval, que constituye gran parte de nuestro mito fundacional, marcó el devenir de la nación española y de Europa. Hoy no llevamos velo y no nos atormenta el cantar de los minaretes gracias a este triunvirato castizo que hizo frente a los almohades.

La Iglesia sumó de su parte no poca obstinación. Monseñor Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, insistió al Papa Inocencio III para llamar a la cruzada. Y a la Península llegaron miles de católicos europeos dispuestos a enfrentar a los almohades, provistos también de la ayuda de numerosos islamistas seguidores de la yihad. Ahora esta guerra santa ha llegado a la gran pantalla gracias al empeño de otros humildes españoles.

UN DOCUMENTAL DE LA GESTA FUNDACIONAL

De la batalla de las Navas de Tolosa se conocen muchos datos históricos, pero hasta hace poco apenas se conocían restos arqueológicos. Hasta hace poco, porque un grupo de profesionales arqueólogos llevan años trabajando sobre el terreno recabando pruebas sobre el enfrentamiento de 1212. Un trabajo que ha llamado la atención del joven director Santi Mazarro y la productora Volcánica Media.

El pequeño documental, que comenzó su grabación hace algo menos de año y medio, ha sido sin embargo difundido a gran escala. En su primera semana en los cines ha recibido la visita de miles de espectadores. En conversaciones con Centinela, Santi Mazarro explica que «esta era una oportunidad única: ha sido difícil grabar el documental pero valía la pena».

Mezclando los testimonios de historiadores y la ficción, el propio Mazarro explica que «había una gran historia contada en dos tiempos. Por un lado lo ocurrido en 1212, qué pasó en ese año y cómo se llegó a producir la batalla más numerosa en la Península Ibérica en esos siglos. Y luego el otro tramo en 2022 y 2023 con el seguimiento a las novedades del estudio arqueológico».

AMENO RIGOR EN EL SUELO DE JAÉN

Desde hace un par de años, un equipo de arqueólogos excava el campo de batalla en busca de respuestas. Alejados de los libros, estos historiadores se han propuesto explorar el suelo de Jaén para averiguar nuevas informaciones sobre las Navas de Tolosa. Y a este grupo de inquietos arqueólogos se han sumado otros académicos de prestigio, que nutren el documental con un rosario de intervenciones magistrales.

«Yo soy autor de novela histórica y estoy muy vinculado con Jaén. Por eso el proyecto me atraía tanto», reconoce Mazarro, que «culpa» a Pablo Lozano, director del Museo de las Navas de Tolosa, «de abrirme un mundo fascinante». Según reconoce el director del documental, «entrar con las cámaras el primer día de las excavaciones ha sido un regalo. Hemos podido grabar en primicia el campo de batalla».

Algunos de ellos son Juan Carlos Castillo, de la Universidad de Jaén; Manuel Retuerce, profesor de la Universidad Complutense; Francisco García Fitz, de la Universidad de Extremadura; y Maribel Fierro, investigadora del CSIC, entre otros. Unos testimonios que hilvanados bajo la experiencia de Mazarro permiten comprender por qué en las Navas de Tolosa ganó la Cristiandad. Una respuesta visual fascinante sobre la que, sin embargo, ya nos hizo spoiler el Génesis 3, 14.

Sobre las críticas de «1212», Mazarro se muestra muy satisfecho: «Es verdad que los espectadores tienen siempre ciertos sesgos, pero eso no evita la honestidad. Nosotros mismos, al grabar el documental, nos dábamos cuenta de prejuicios que teníamos, pero la investigación te pone de cara con la realidad». Una realidad en la que hay que adentrarse para conocer el año que nació España.