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Niños intercambiando en las calles cromos que llevan la imagen del Cristo de Mena y sus legionarios. Sevillanos llenando sus álbumes con imágenes de La Esperanza de Triana y el Jesús del Gran Poder. Padres cordobeses llevando a sus hijos a comprar sobres con la esperanza de conseguir los cromos de su cofradía. Jerezanos portando las estampas de sus icónicos Tumbaito o el Prendi. Ese es el fenómeno de las Holy Cards, la colección de cromos sobre la Semana Santa que se ha convertido en toda una sensación en Andalucía.

Cuando echamos la vista atrás y recordamos los juegos a los que más horas dedicamos en el patio del colegio o en los parques de nuestro barrio, los que peinamos alguna cana solemos pensar en los mismos. Las carreras de canicas en las sinuosas pistas hechas en la arena, el fútbol chapas o los tazos que regalaban con las bolsas de Matutano. Pero, cuando éramos niños, siempre aguardábamos expectantes, sobre todo lo demás, las nuevas colecciones de cromos. Diferentes marcas sacaban colecciones que todos recordamos: Dragon Ball Z, Digimon, Pokemon o los emblemáticos que lanzaban con cada nueva temporada de La Liga.

Pese a que el ocio de los más jóvenes va cambiando con cada generación, los cromos siguen siendo una de las opciones favoritas de los benjamines. De hecho, en 2022, el director general de Panini España afirmó que, entre las colecciones de La Liga y el Mundial de Qatar, ese año vendieron 100 millones de sobres. Esto nos hace ver que los cromos son un pasatiempo que nunca pasa de moda y que, además, está viviendo una nueva era dorada.

La Semana Santa andaluza a través de los cromos

Así, la famosa tienda de calcetines Pepe Pinreles, que tenía en su haber diseños sobre fiestas y tradiciones tan arraigadas en España como la Navidad, las Fallas, el Rocío o el Camino de Santiago, ha visto este como el medio idóneo para transmitir la Semana Santa a los jóvenes -y no tan jóvenes-. Para ello, este 2024 ha lanzado cuatro colecciones de cromos, con sus respectivos álbumes, diferentes: Sevilla, Córdoba, Málaga y Jerez de la Frontera.

Fe, tradición, coleccionismo y emprendimiento se han dado la mano en las Holy Cards. La premisa es sencilla, cada colección reserva una hoja del álbum para las hermandades y cofradías de cada una de las ciudades, por lo que la colección varía en su extensión dependiendo del número de ellas que haya la localidad. En ella se muestran fotografías de los edificios religiosos, de las sedes de las cofradías, la Virgen y Cristo de cada hermandad e imágenes de los pasos procesionales y penitentes. Además, las cartas con los escudos de las cofradías llevan un código QR que llevan a su propia página web.

Juan Carlos Ramos Pichi y Javier Ayala, crearon en 2023 las Holy Cards para Sevilla. El objetivo de los empresarios era conectar a los más jóvenes con la Semana Santa sevillana pues, como bien apreció Ramos, “los niños pequeños se quedaban un poco ajenos a la Semana Santa y rápidamente desconectaban y se ponían con el móvil porque no pillaban muchas de las cosas que significan los pasos y las procesiones”. Por ello, quisieron aunar en ese mundo de los cromos, aplicado a muchos otros ámbitos, a la Semana Santa andaluza.

La respuesta ha sido todo un éxito y ha generado un auténtico fenómeno. Las Holy Cards, que se pueden comprar en librerías, quioscos o en las propias tiendas de Pepe Pinreles, están movilizando a muchísimas personas de todas las edades. De tal magnitud ha sido el fervor que ha despertado que, a través de redes sociales como Twitter, Telegram, Whatsapp o Instagram, la gente cambia sus cromos y organiza Holyquedadas oficiales, auténticas ferias para completar la colección. De hecho, esta información la van refrescando a través de dichas redes y de su página web.

De nacer con el objetivo de ilustrar la Semana Santa sevillana, ya se ha ampliado a las otras tres ciudades mencionadas. Pero, muchos ya anhelamos que se extienda a otros sitios referentes como Valladolid, Zamora, Zaragoza, Valencia y, ¿por qué no?, de toda España.

Las Holy Cards: una esperanza para los conservadores

Los conservadores erramos en muchas ocasiones en el planteamiento que utilizamos para transmitir nuestras tradiciones. Dejamos de lado poderosas herramientas comunicativas: la música, el cine, los videojuegos o los cromos. Por ello, las Holy Cards son un buen ejemplo de que, a través de la innovación, podemos seguir enseñando nuestras costumbres, tradiciones, credo e historia.

Estas ayudan a mantener la llama de la Semana Santa y la manifestación de la fe viva y a mantener los pilares de nuestra identidad, transmitírsela a nuestros hijos y que estos lo continúen haciendo con las generaciones venideras. Ya que, como decía Miguel de Unamuno sobre nuestra Semana Santa: “Era la misma procesión de antaño. El anciano cree ver la que vio de niño, y el niño, aun sin darse de ello cuenta, espera ver la misma cuando llegue a anciano».