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«No es verdad que si alguien habla bien de su país es que es inglés. No lo es en el sentido de que hay ingleses que también hablan bien de España. Es el caso de Patrick Wightman, compatriota de adopción por la vía del matrimonio, la paternidad y el empadronamiento. Patrick no se limita a observar las cosas de España desde la barrera, sino que las siente como propias, indignándose con las manipulaciones de la BBC y manifestándose públicamente cuando lo cree oportuno, a título personal o como miembro del laboratorio de ideas Qveremos, según. Se dice, se comenta, se rumorea que recientemente asistió a un coloquio donde se recreaba la gesta de Blas de Lezo, y el tío aguantó impertérrito la hora y media, sin levantarse e irse, como el gentleman que es».